Estoy nuevamente sentada frente a una pared que no hace otra cosa que devolverme la mirada y matarme del dolor. Este delirio me molesta. Tú papel no lo estás cumpliendo nada bien.

No sigas escupiendo esas palabras que reniegan una y otra vez con lo que quiero escuchar. No podes entender ni un poco el dolor que me hace sentir tu ausencia, tu falta de afecto, de contención.

Grito, canto, bailo de mil formas para no pensar, para no seguir llorando tus faltas para conmigo. No trates de sincerarte. No me vengas con excusas baratas, ni mentiras. No me vengas con que no soy yo, sino que sos vos. No quiero escucharte.

No quiero saber esa cantidad de falacias que podrías decir sin siquiera sentir algo.Sólo buscaba un poco de atención. Un poco de amor de tu parte. Buscaba tu compañía.

No quiero escuchar que hace tiempo no me amas, me mataría. No quiero sentir tu desprecio. Lo peor es que creía que no llegaría nunca este momento. Hace días vengo evadiéndote, te lo hice notar. Pero entiéndeme, no quiero escucharlo, no quiero sentir más esta situación.

Me voy con el corazón en las manos y el dolor en la espalda. Te pido clemencias y que seas feliz. No vuelvas, no intentes revertir la situación. Se acabo. Basta de ser así, no quiero ni un adiós, no quiero ningún perdón.

Quiero ser, estar y apartarme de este sitio que tanto me afecta, que tanto me duele, que de a poquito me mata.